Ventajas de contar con gestor de fincas

Si se confía en un administrador de fincas, se confía en un mejor servicio para la comunidad que el que puede ofrecer –en la mayoría de los casos- cualquier propietario, con unas cuentas de ingresos y gastos más equilibradas y con gestiones más rápidas y eficaces.

Al fin y al cabo, como bien sabrá, la gestión de una comunidad de vecinos es mucho más que convocar reuniones dos veces al año para tratar con el resto de propietarios los correspondientes puntos del día. Administrar una finca requiere redactar las actas, supervisar que la totalidad de los propietarios cumplen con las decisiones acordadas por mayoría, expedir recibos, llevar al día los libros de cuentas, elaborar informes periódicos, actuar –si no queda más remedio– contra los posibles morosos a través de los correspondientes trámites judiciales, encargarse de llamar a los correspondientes técnicos de reparación en caso de que se produzca alguna avería en la comunidad, etc.

Ser el presidente de una comunidad de vecinos es, en resumen, una gran responsabilidad que, en la mayoría de ocasiones, necesita más tiempo del que podemos disponer y que a cambio sólo nos suele proporcionar problemas y quebraderos de cabeza.